Hippies famosos, crea fama y échate a dormir

Es bien sabido que la fama mueve a millones y millones. El reconocimiento, la aclamación, el pasar a la historia y tener miles seguidores, entre otras cosas, se ha convertido en un objetivo que muchos buscan y pocos alcanzan, pero ¿por qué? Básicamente acceder a la fama o ser un famoso, implica popularidad e incluso, para muchos, autorrealización; la fama tiene esta cualidad de otorgar beneficios exclusivos a los que las personas “no famosas”, no pueden (o podemos) acceder. Sin embargo, hoy no queremos hablarte de esa fama, sino de otra de las connotaciones importantes de esta palabra que, si bien, no está muy alejada de lo antes mencionado, tiene que ver con un juicio o una opinión que se tiene acerca de algo o alguien. En este sentido, todos hemos escuchado e incluso hablado de la buena o mala fama de lugares, personas, grupos sociales, contraculturas, subculturas, etc. Hoy, queremos hablar de la fama de los hippies o de los hippies famosos, que, claramente, depende de la perspectiva desde la que se mire, será buena o mala fama. Exploremos entonces un poco más a fondo esto.  

La cara A de los aclamados hippies

Como sabemos, toda moneda, situación, momento, decisión, revolución o acontecimiento tiene dos caras: el lado “positivo” o cara A y el lado “negativo” o cara B; por ello, no resulta extraño que el movimiento hippie también posea ambas, por qué son famosos los hippies famosos, por ejemplo. En este momento nos enfocaremos en la cara A de la cultura hippie, o sea, en aquellas cosas que contribuyeron a concederles una buena fama alrededor del mundo, y a permitir el nacimiento de muchos hippies famosos de la historia.

Los hippies de los 60 vivían en una época con normas sociales muy estrictas; hombres, mujeres, niños, ancianos, en fin, todas las personas debían acatarlas y seguirlas casi al pie de la letra. Libertades habían muchas, y también muchas limitantes. Por ello resulta interesante ver cómo los hippies se atrevieron no solo cuestionar sino a desafiar las normas para construir una ideología, y una contracultura, enfocada en el rompimiento de estas normas y la búsqueda de la libertad individual y colectiva.

Este constante cuestionamiento del mundo que les rodeaba, los llevó a transformar el concepto de consumo. Mientras que muchas personas buscaban adquirir más bienes y servicios, ellos los rechazaban o se deshacían de ellos. Las cosas los ataban a lugares, a oficinas, a trabajos mal pagados, a salarios mal remunerados y a una vida muy muy lejana de sus propios ideales. Los hippies buscaban viajar, conocer, encontrarse a sí mismos y encontrarse con otros, ninguna cosa era más importante que este deseo de exploración que solo iba en crecimiento, por eso “viajar ligeros” por la vida era la mejor opción. Y esto realmente hizo a los hippies, famosos.

Pero demos la vuelta a la moneda de los célebres hippies

Ya dijimos que todo moneda tiene dos caras, ¿cierto? Si somos realistas, como sociedad, casi siempre estamos acostumbrados a ver las malas.

Los hippies, y el movimiento hippie, también fue muy reconocido por su fama, mala fama, de ser adictos a las drogas, de no “poder” adquirir responsabilidades como todos los demás lo hacían, e incluso de libertinaje. Los hippies también eran activistas, pensaban que nada podía estar por encima de la “salud” del mundo o del medio ambiente, por eso realizaban manifestaciones en contra de diferentes empresas o industrias que atentaban contra estos valores o creencias. La prensa, y los medios de comunicación en general, contribuyeron a proyectarlos como estos “revoltosos” e inconformes que se oponían a la innovación y al desarrollo del mundo. Nuevamente, hippies famosos por descontrolados…

Y como si fuera poco, por otro lado, también estaban las drogas, que si bien el consumo de ellas era superior a la del promedio de la población (o por lo menos eso se cree), los hippies las utilizaban como un medio para conectarse consigo mismos, con la naturaleza y con la espiritualidad. No eran religiosos, sin embargo, el movimiento hippie creía en una conexión con algo mucho más grande que ellos. Pero claro está, las drogas en aquellos tiempos no estaban reguladas, y la mala fama se apoderó de su imagen. Hippies famosos por drogones…

Como lo anterior, hay cientos de ejemplos, incluso, la cara B de su forma de vestir. El sentirse libres de usar lo que quisieran los llevó a ser juzgados: ningún “hombre”, ni ninguna mujer debía romper con las reglas de estética que imperaba en ese momento. Sigamos hasta el próximo párrafo en donde intentaremos demostrar que los hippies famosos también tenían otras cualidades, que tal vez no eran suficientes, pero eran valiosos hábitos y rutinas.

Y si sumamos monedas, tendremos más hippies famosos

La música que escuchaban, los artistas a los que seguían, los festivales a los que asistían, los conflictos con la policía, los comentarios de la prensa y más, no hicieron más que fortalecer la mala fama del movimiento hippie. La cultura hippie pasó a convertirse en una de las más controversiales en la sociedad, independientemente de que existieran otras que también hacían mucho ruido. Promulgaban la liberación sexual, es decir, el placer sobre los tabúes, eran hippies famosos también por esto; querían experimentar con sus cuerpos, deseaban descubrir sus propias pasiones y eso los llevó a adquirir una fama de “libertinos”, y aunque en el fondo muchas personas hacían lo mismo a puertas cerradas, todo el mundo se enteró de estas costumbres hippies.

Aunado a lo anterior, los hippies también desafiaron los cánones de género impuestos por la misma sociedad en la que vivían: “Los hombres deben usar el cabello corto”, “los colores claros son para las mujeres”, “las flores aluden a lo femenino”, en fin, ejemplos de cómo debían de ser las cosas hay muchos; el estilo hippie no dio poco sino mucho de qué hablar al romper con todo lo anterior: cabellos largos en hombres, mujeres con pantalones, prints de flores, colores claros, etc.

Como esto, mucho más se fue sumando a la mala fama que también alcanzó todos los rincones del mundo.  

Entonces, ¿famosos o no famosos los hippies?

Famosísimos, claro está. Aunque actualmente el movimiento hippie como tal no permanece vivo, muchas cosas de su buena fama sí. Hoy en día vivimos en un mundo que está back to basics, es decir, regresando a aquellas célebres prácticas que diferentes contraculturas como la cultura hippie dejó. Estamos en un momento de desprendimiento material, estamos cambiando la forma en la que consumimos bienes y servicios, estamos viajando más que nunca y soltando aquello que nos amarra a los lugares. También estamos cambiando nuestra forma de vestir, nuestra forma de relacionarnos con otros; buscamos el autodescubrimiento, la libertad, el placer, la exploración. Incluso está cambiando la forma en la que vivimos, cada vez se escucha más de personas que viven bajo un esquema comunitario. Luchamos por el planeta, nos levantamos en contra de aquello que pueda dañar el ambiente, adquirimos prácticas más sustentables; queremos que el mundo sea un lugar mejor y si hay algo que compartimos con el conocido movimiento hippie es eso.

Queremos amor y paz para el mundo, para las personas, para nosotros mismos. ¿Buena fama o mala fama? ¿Hippies famosos para bien o no tanto? La verdad da igual.

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