Bebé hippie: ¿Cuánto de los nuevos modelos de crianza se asemeja a los de los hippies en los 60?

Llega un bebé al mundo y es una fiesta; pero llega un bebé hippie al mundo y la tribu completa arma una fiesta en serio.

Las nuevas tendencias de crianza, crianza con apego, basadas en el bebé o como las conozcas, lo que proponen, muy resumidamente, es el respeto del bebé por encima de todo. Respetar sus tiempos de llegada, sus olores, su sistema inmunológico, su rechazo a los perfumes y olores nuevos, la lactancia y la introducción en la sociedad. Proponen una vida más aislada, más cuidada, más solitaria, pero en familia, en el núcleo familiar, padres, hermanos (si los hay) y una breve presencia de los abuelos, y gente que se convierte en familia, en tribu. Pareciera que estuviéramos hablando de la llegada de un bebé hippie al mundo, pero no, hablamos de lo que actualmente ocurre; y si ocurre es gracias a un profundo y cuidadoso legado que recibimos de nuestros antepasados, los hippies.

Desde antes del nacimiento del nuevo hippie y para siempre

¿Qué es una tribu? Es un grupo, una estructura, una familia. Un lugar donde se construye de la mano con los otros integrantes, un edificio común. Todos entonces, se sienten cuidados, protegidos, seguros, y fuertes. Las tribus no nacen solas. Lleva tiempo y no es casualidad. En general estos grupos de individuos antes ajenos, se encuentran porque comienzan a compartir intereses en común. A la hora de quedar embarazados los padres, asisten a cursos de preparto en donde conocen otros pares en la misma situación, con las mismas dudas, necesidades, y lo más seguro, es que también comparten gustos si eligen espacios afines a ambos.  

La tribu comienza a convertirse en una red de sostén, un grupo de acompañamiento y contención, que se encuentra y convive. La maternidad, sobre todo las madres primerizas, requieren de un apoyo inimaginable, para comprender lo que les pasa, sentir que no están solas, informarse, crecer y hasta disfrutarlo. Existe un dicho africano que dice así: “Se necesita una tribu para criar un niño”, y quien lo digo, tiene toda la razón.

Unos de los grupos más cercanos y fuertes, son los que se forman desde el embarazo, gestándose casi a la par del bebé. Yoga, natación, terapias, cursos, talleres, lactancia, grupos de ventas o consejos en redes sociales. Prácticamente no es necesario presentarse ni introducir un tema, compartir molestias físicas, dudas, sensaciones, miedos o tristezas, son razones suficientes para unirse. La necesidad de no vivirlo sola o solos, en el caso de una pareja, y compartir momentos, para luego luego del nacimiento seguir cerca, poder transitar juntos el puerperio y los diferentes procesos de crianza, acompañadas y sostenidas.

El título de este párrafo habla del bebé hippie pero en realidad, podemos perfectamente referirnos a un bebé nacido en 2020, en 2019, antes y en el futuro también. Habla de aspectos básicos del cuidado y la crianza, bajo los estándares propuestos (también) por el hippismo.

Origen, necesidad e historia de un bebé hippie

Los hippies celebraban la vida y lo hacían porque la respetaban. Esta nueva tendencia de crianza, propone lo mismo. Cuidar la vida, por ende, cuidar la vida recién llegada, nueva. Introducirla amablemente, naturalmente, sanamente. Presentarla al mundo como se presentaba a un bebé hippie.

El concepto de tribu nos hace viajar en el tiempo, en la historia, y nos plantea una necesidad social básica. Si somos seres sociales (y sí lo somos), necesitamos no una y no dos personas, necesitamos una comunidad completa. Las sociedades, los tiempos, las familias y la gente individualmente puede haber cambiado, pero las necesidades más básicas y profundas siguen siendo las mismas para todos. Las mismas que fueron bases para los bebés hippies que vivieron una historia repleta de valores.

Aquí es donde los instintos más básicos nos conectan con el movimiento hippie y su ideología. La naturaleza, el contacto con ella, los alimentos, y la introducción de los mismos, también propone un lineamiento muy similar. Respetar el cuerpo humano, la naturaleza y sus procesos, la búsqueda de lo orgánico en todos sus aspectos. Y si bien la ideología hippie carga con la cruz de la falta de pulcritud y exceso de suciedad, estudios recientes confirmaron que no existe nada mejor para los bebés hippies o no hippies, recién nacidos, que no bañarlos, que conserven los fluidos del vientre de su madre. Lo mismo las telas de algodones, naturales, eliminando lo sintético. Así mismo también el no consumo de colorantes, de condimentos artificiales. ¿Qué es lo que estamos queriendo decir con esto? Que este grupo con sus características, que las costumbres hippies no fueron al azar. Tuvieron un porqué. Y en cuestiones de maternidad, aparentemente más de uno.

Los tiempos no siempre cambian y los vínculos tampoco… no para el padre de un hijo del hippismo

En la salud, la enfermedad, el embarazo y la crianza. Sí. Ese es un juramento silencioso que se hacen los integrantes de las tribus que nacen junto con los hijos. Entre miradas, gestos, abrazos y secretos, son pactos que se sellan. Claro que viviendo en ciudades los tiempos cambian, la gente se muda, pero la relación de los vínculos es definitiva. Si comparamos la vida en las famosas comunas hippies con el hoy, y el hoy en ciudades, hay una gran brecha. Las nuevas tecnologías, el tráfico, las distancias, los trabajos, la poca flexibilidad laboral, etc., pero antes, otra era la historia. Desde la vestimenta, las costumbres hippies, su estilo de vida, todo acompañaba y por ende, colaboraba con la comunidad. Las tribus se formaban y crecían juntas, de la mano.

A la vez, hoy, si una tribu no puede verse o concretar los encuentros físicos cuentan con la tecnología necesaria para estar en contacto. “Verse” a través de llamadas virtuales, compartirse notas interesantes, tener sesiones de grupo a distancia, inclusive compartirse fotos y videos con los crecimientos y logros.

Pareciera ser como si los hippies supieran qué era lo que nos convenía a la raza humana para seguir viviendo y seguir disfrutando de una vida sana y plena. De salud y paz, y claro, amor; amor libre. Esto no se trata de seguir al pie de la letra nada, pero si echamos una mirada hacia el pasado, podremos reconocer que el movimiento hippie sentó grandes precedentes en la historia de la humanidad. Gesto bebés hippies que llevaron de su mano principios únicos, y gracias por eso.